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WORKSHOP OF ARCHITECTURE AND ART FOR KIDS

Casa Ilori, March 2018.

Worskshop for 6 classes. 80 kids. Held at "La Carpio" A favela of illegal immigrants in San Jose, Costa Rica

La actividad consistió en un taller, donde los niños y niñas tenían que armar y pintar pequeñas casitas. Aunque los arquetipos arquitectónico eran muy diferentes al contexto al que ellos están acontumbrados, la esencia era explorar color,  formas y espacios. 

Al finalizar la actividad de confección y pintura se les solicitó a los niños y las niñas a ubicar las casas simulando un barrio o ciudad.

Se dieron 75 casitas para cada niño y niña. 

Se planteó una metodología de orden y espacios separados. Cada niño y niña tenía una estación con su casa, herramientas y pintura para completar la actividad. 

Se introdujo la idea del aprovechamiento y el cuidado de los utensilios, que otros niños y niñas usarían después.

Para mi lo más interesante era la preocupación de cada niño y niña de defender sus necesidades.  Tenían una preocupación inicial por tener pintura o goma. Pero al entender que existía una distribución equitativa de las cosas, empezaron a relajarse y cuando alguno pedía más color algún niño o niña alzaba la voz para decir "yo ya no voy a usar más el rosado, tomá la mía". 

 

El color rosado fue un color que demostró más de lo yo imaginé. Al ofrecer el rosado en una grupo variado de integrantes, uno de los niños alzó la voz para decir "el rosado es de playos" y otro niño contestó " yo si quiero rosado, eso es machismo". 

 

Existieron tendencias de estilos que variaban por grupos. 

En el grupo de segundo grado se presentó el escenario donde no habia una de las caras de las casas. Y se les recomendó pintarlas por dentro. En este grupo de hubo una preocupación por generar un espacio interno acogedor. Los niños y las niñas pusieron delicadamente papel crepe y láminas de colores, creando nidos y espacios cálidos dentro de las casitas.  Exploraron adornos y fueron abiertos a experimentar con la pintura. 

Finalmente al ubicarlas en el barrio ellos amontonaron todas las casas y edificios en una misma cuadra. Unas sobres las otras, creando un barrio compacto. Perdiendo el miedo al espacio y a ideas preconcebidas del suelo, altura y separación. 

Para mi fue interesante ver como estas tendencias se alimentaban unas de las otras. En un grupo de sexto grado los niños y las niñas empezaron tímidamente a cuestionarse su habilidad para completar las casitas. Al ver como la primera de las niñas poco a poco daba forma a la casita, el interés de todos fue creciendo. De esta misma manera se generó una tendencia en la pintura. Los niños y niñas de este grado comenzaron a pintar de manera sencilla las casas de un solo color. Una de las niñas me pidió un lápiz o marcador para dibujar detalles. De ahí nació la tendencia del grupo, imágenes icónicas y puntos empezaron a ser la tendencia. Desde puntos y manchas libres unas sobre las otras,  hasta edificios pintados con puntos organizados de manera sistemática. 

La sencillez también llamó mi atención cuando en ella podía ver el compromiso y dedicación para lograr un propósito.  Una de las niñas se dedicó al pintar su casa de color rojo. Trabajando toda la clase en alcanzar el color que ella tenía en mente. Me gustó este contraste de sobriedad entre tanta exploración libre. No porque la casa de ella se vea sencilla limita el compromiso y la dedicación artística que se puso en este proyecto.

 

Los niños de cuarto grado tuvieron discusiones mientras construían las pequeñas casas. Que son interesantes, divertidas y crudamente reales en su contexto, el cual uno puede desconocer y desconectarse. 

Una de las niñas dice "mi casa es de tres pisos", mientras que un niño le contesta "mentiras, usted vive en un callejon" y otra niña en la otra mesa contesta crudamente " todos vivimos en un callejón". 

Ellos se ríen y yo también, sin embargo la realidad de ordenamiento urbano al que ellos están expuestos,  las problemáticas sociales y la falta de espacio público y privado, son elementos que representan su contexto. 

"Todos vivimos en un callejón" es una  frase fuerte y cruda de una niña de 10 años. 

Este grupo en particular llamó mi atención en cuanto a diálogo. Inspirado por las actividades.  Una niña dice que va a pintar la bandera de Costa Rica, mientras que otro le dice que ella es de Nicaragua. Ella testifica que es ambas. Su madre es de Nicaragua y su padre es de Costa Rica. Otra niña dice que es de Colombia y otros le contestan que esta mintiendo. 

Yo intento no intervenir excepto cuando la conversación empieza a volverse agresiva. Pero si despierta en mi las ideas que se tienen en una comunidad sobre nacionalidad expuestas por niños pequeños. 

Mi papel durante estos dos días es se observar y facilitar. 

Intento que mi papel no sea de profesora sino solamente de darles a ellos y ellas las herramientas (literalmente puesto estoy repartiendo goma, pinceles y pintura) para introducir una idea sobre la arquitectura. ¿Cuál es esta idea? Es difícil decir desde mi punto de vista. Pero si termino aprendiendo de ellos las ideas que expresan en sus espacios y colores.  

Espero que al final los niños y las niñas hayan aprendido de la actividad tanto como yo aprendí de ellos.  

 

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